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viernes, 9 de febrero de 2024

COMO AFRONTAR EL DUELO EN NIÑ@S

"La única forma de vencer a la muerte, se da a través del duelo y es ese penoso proceso de preocupación por la persona que ha fallecido, ese duro trabajo de aflicción, esa tarea de recordar y mantener la imagen del que se ha ido, de rever su propia vida y la propia relación con él, para poder superar la existencia de su pérdida” (Cadden)

El tipo de pérdida (muerte, separación, amputación…) y el contexto amplio en el que se produce va a determinar en medida que el proceso de duelo sea adecuado o no. Entre los aspectos que se deben explorar en detalle, son:
  • Circunstancias de la muerte y rituales en torno a ella
  • Relación previa con la persona fallecida
  • Edad, sexo, personalidad y situación vital de la persona que sufrió lapérdida
  • Características de la familia (tamaño, estructura, pautas decomunicación, etc)
  • Aspectos psicosociales del quién sufre la pérdida: apoyo y estréssocial.
  • Si tiene niños/as a su cargo, situación económica, posibilidad de reorganizar su vida.
  • Sistema de creencias en torno a la muerte, actitud de parientes y amigos, etc.

ETAPAS DEL DUELO FAMILIAR

  1.  Aceptación familiar de la pérdida
  2.  Reagrupamiento y organización familiar
  3.  Reorganización de la relación con el medio externo
  4.  Reafirmación del sentimiento de pertenencia familiar.

EL DUELO EN LOS NIÑOS/AS
“Poder llorar la muerte de un ser querido adecuadamente y afrontar la pérdida antes de que se produzca, en el momento en que ocurre y sobre todo después, hace que el niño/a no pueda sentirse culpable, deprimido, enojado o asustado. Cuando ayudamos a nuestros hijos a curarse del dolor que produce la herida emocional más profunda de todas, los estamos dotando de unas capacidades y una comprensión importantes, que le servirán para el resto de sus vidas”.  (William C. Kroen)

IDEA DE LA MUERTE EN LOS NIÑOS/AS Y REACCIONES
  • PRIMERA INFANCIA Y EDAD TEMPRANA
Un niño de 2 años percibe la pérdida y sufre y pone los sentimientos en la separación, pero no puede comprender el significado de la muerte. En los niños menores de tres años, no existe un concepto de la muerte, debido a las limitaciones en la percepción de que falta algo o alguien. A esta edad, la muerte equivale a la separación en un sentido concreto, desde la percepción de que falta algo o alguien.

  • 4 A 6 AÑOS
Para los niños menores de 5 años, la muerte es algo provisional y reversible. Será pues necesario ser pacientes para explicarle una y otra vez lo ocurrido y lo que significa la muerte.
Es su mente, la persona que ha muerto sigue comiendo, respirando y existiendo, y se despertará en algún momento para volver a llevar una vida completa

Se sugiere amorosamente decirles: que la persona ha muerto, y evitar usar expresiones como «se ha ido», «lo hemos perdido» (pueden pensar: ¿y si me pierdo yo y no sé volver a casa?), «ha desaparecido», «se ha quedado dormido para siempre» (pueden temer no poder despertarse), «Se ha marchado de viaje», «Dios se lo ha llevado”… Estas expresiones pueden alimentar su miedo a morir o ser abandonados, y crear más ansiedad y confusión.

Para que el niño entienda qué es la muerte, suele ser útil hacer referencia a los muchos momentos de la vida cotidiana donde la muerte está presente: en la naturaleza, muerte de animales de compañía.

  • 6 A 9 AÑOS
Aunque un niño de 6 años perciba la muerte de una forma bastante distinta a la de uno de 9, ambos comparten la necesidad básica para conceptualizar el hecho de la muerte y la distinguen de la fantasía. Esto no significa que estén preparados para afrontarla o reaccionar a ella racionalmente. 


RESPUESTAS HABITUALES
  • La Negación
na respuesta muy común es negar que la muerte haya ocurrido. Es su negación pueden mostrarse muy agresivos. Algunos pueden mostrarse más contentos y juguetones que de costumbre, como si la pérdida nos les hubiera afectado. 
  • La idealización
Insistir en que «mamá/papá (cuidador) era la persona más lista o perfecta del mundo», por ejemplo, les permite mantener una relación imaginaria con la persona fallecida.
  • La culpabilidad
Es una respuesta normal, sobretodo si no pueden expresar la tristeza que sienten. Comentarios en vida como «vas a matarme», pueden hacer creer al niño que su mala conducta ha contribuido a la muerte.
  •  El miedo y la vulnerabilidad
Es normal que se sientan asustados y vulnerables. Intentan ocultar sus sentimientos, porque no quieren que sus amigos o compañeros de la escuela los consideren «diferentes». Los niños sobre todo pueden actuar con bravuconería o agresividad.
  • Se preocupan de los demás
Pueden asumir el papel del fallecido y cuidar de sus hermanos más pequeños o asumir tareas que antes realizaba el padre o la madre que ha muerto.
  • Buscan a la persona que ha muerto
Pueden ir de una habitación a otra. La mejor respuesta es dejar que sigan buscando. Les puede consolar saber que nosotros también a veces sentimos el deseo de hacerlo.




ESTRATEGIAS AYUDAR A LOS NIÑOS A AFRONTAR LA MUERTE DE UN SER QUERIDO
  • ¿Cuándo y cómo dar la noticia?
Se debe buscar un momento y un lugar adecuado y explicarles lo ocurrido con palabras sencillas y sinceras.
  • ¿Qué hacer si nos preguntan por qué?
Es importante que se sepan que todos los seres tienen que morir algún día y que le ocurre a todo el mundo. Si un niño dice: «me hubiera gustado ser más bueno con mamá/papá (cuidador), así no habría muerto», debemos decirle con calma pero con firmeza que no ha sido culpa suya.
  • ¿Como hacerlo?
Mantenerse física y emocionalmente cerca del niño. Permitirle estar cerca, sentarse a su lado, sostenerlo en brazos, abrazarlo, escucharle, llorar con él. Tranquilizarle diciéndole que estaremos ahí por si nos necesita.
  • Permitir que participe en los ritos funerarios
Animar al niño a asistir y participar en el velatorio, funeral, entierro. Tomar parte en estos actos puede ayudarle a comprender qué es la muerte y a iniciar mejor el proceso de duelo.
  • Animarle a expresar lo que siente
Aunque no siempre las expresen, los niños viven emociones intensas tras la pérdida de una persona amada. Si perciben que sentimientos como rabia, miedo, tristeza, son aceptados por su familia, los expresarán más fácilmente, y les ayudará a asimilar la separación.

SIGNOS DE ALERTA
  •  Llorar en exceso durante periodos prolongados
  •  Rabietas frecuentes y prolongadas
  • Apatía e insensibilidad
  •  Perdida de interés por los amigos y por las actividades que solían gustarle.
  •  Frecuentes pesadillas y problemas de sueño.
  • Pérdida de apetito y de peso.
  • Comportamiento infantil prolongado (orinarse, hablar como un bebé, etc) 
  • Frecuentes dolores de cabeza solos o acompañados de otras dolencias físicas.
  • Imitación de la persona fallecida, expresiones repetidas del deseo de reencontrarse.
  • Cambios importantes en el rendimiento escolar o negativo de ir a la escuela.

Hay que ser completamente honestos con los niñ@s. Acompañarlos en duelo significa ante todo no excluirlo de la realidad que se está viviendo, con el pretexto de ahorrarles sufrimiento. 

Incluso los niños más pequeños, son sensibles a la reacción y el llanto de los adultos, a los cambios en la rutina de la casa, a la ausencia de contacto físico con la persona fallecida… es decir, se dan cuenta que algo pasa y les afecta, pero tambien con el tiempo aprenderan que es parte del proceso vital de todos los seres humanos.


Si necesitas acompañamiento profesional para afrontar el duelo y ayudar de la forma más sana a tu hij@... ¡Estamos aquí para ayudarte!
 

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